Tuesday, September 09, 2008

FLASHBACK 1

FLASHBACK 1

En los años 60 del siglo XX (creo que fue en el 1961), un marinero holandés conoció a una valenciana. Se enamoraron. Se casaron en España. Probaron fortuna en Holanda. Juntos emigraron a Canadá. También amaron e hicieron... ejem... digo, procrearon.

Y nació en Toronto, Ontario, Canadá, un especie de engendro egocéntrico, cachondo mental, y demás adjetivos imaginables, un varón al que llamaron
Paul, que posteriormente en 1970, por eso de los celos fraternales que surgen al nacer una hermanita, le añadieron el nombre de Christian, que, como se puede imaginar (o no), fue elegido por el mismísimo Paul abriendo el libro de los nombres al azar y poniendo el dedo en un punto de la pagina. No iba a leer a sus tiernos 6 años un libro de nombres. De hecho aun hoy en día sigue abriendo libros al azar y poner el dedo en algún punto de una página.

El Paul Christian (al que vamos a llamarle PAUL a secas, porque decir P.C. de Quant suena a partido POLitico) vivió la mayor parte de su infancia en Canadá, un país muy democrático y avanzado (o eso dicen).

Cuando nació su hermana, ambos padres trabajaban, por lo que tuvo que venir una persona de España para cuidar ambos críos. El Paul aprendió castellano de España de forma natural gracias a esa persona, llamada Maruja Durá (al la que cariñosamente el Paul la llamo Uka) y a sus 9 años hablaba el Español y el Ingles fluidamente. De hecho, cuando habla español, no se le nota acento alguno, pero como es tan cabrón, puede poner acento extremeño o canario y nadie sabe si ha nacido en Canadá. Igual pasa cuando habla ingles: puede hablar como si fuese del mismísimo centro de Toronto, como del América Profunda USA, o como un español hablando un ingles un tanto macarroni.


Disfrutó de la televisión de múltiples cadenas, series exitosas (ahora de culto), de la escuela mixta, de los ultimos estrenos de películas (de los USA of course) hasta que llegó lo que tuvo que llegar.

Un buen día de 1972 sus padres se divorciaron. Con 2 hijos (varón y hembra). La madre tuvo la custodia Total. La abuela del Paul se quedo viuda, por lo cual su madre decidió volver a España. Con sus hijos.

El Paul quedo patidifuso. Televisión en blanco y negro a ciertas horas del día, programas algo raras, censura, escuelas separado por sexo, nada de libertad.

Pero todo eso tenia su compensación. El Paul descubrió la cultura, vivió en la época de Franco, vivió la Transición Española, disfruto de la Vida.

Pero no perdió contacto con el Canadá. Conoció otros canadienses, su padre vino a España, y gracias a Internet, el Paul esta al día como es la vida allí. Pero a pesar de lo que Canadá le puede ofrecer, Canadá es aburrida por si. Desayunar a las 7, comer a las 12 y cenar a las 6:30 tarde y acostarse a las 10 no es vida. No hay cultura tabernera, no hay bares. Cada cual es un mundo cerrado. En España entras en un bar de barrio (que por cierto esta en vías de extinción) y ves a gente jugando a las cartas y tomando su cerveza, hablando de fútbol o de política o economía, o del jugador que han fichado ese equipo. Se va por las calles y se ve Vida. Cuando hay Fiestas, todos están en las calles. La gente sale a la calle hasta altas horas de la madrugada. Se disfruta de la Vida.

Y así, día tras día, el Paul se enamoro, tenia una pareja (ahora EX), tiene un hijo,una (ex)hija(stra), dos ordenadores, un teléfono móvil, mucho morro, un portátil Acer...¡Hasta tuvo perro!

Y ahora el Paul regresa al Canadá.

Por cierto,estoy hablando de mi: soy el Paul.

[continuará...]

3 comments:

Rafa said...

Mucha suerte en tus diversos reencuentros. Aunque la vida en Canadá sea aburrida, supongo que tendrás ganas de volver.

[soy misantropus]

Varda Elentari said...

:p no se si la vida sea aburrida alla en Canada, pero aprovecha a recorrer todo lo que puedas. Uff te envidio, hace que no viajo en avion xD.

de Quant said...

No es ganas de volver, sino las ganas de ir, de descubrir nuevas cosas, volver a tener las mismas sensaciones, de recordar ciertos olores y sabores...

Y claro que voy a aprovechar el tiempo. De hecho pienso usar el metro y cenar en un restaurante a la que no he ido hace mas de 30 años...Tambien pienso ir al teatro, lo que no se si ver We Will Rock You (ire un miercoles, que vale unos 46 euros en el asientyo mas caro) o Spamalot (si encuentro alguna entrada disponible)